viernes, noviembre 10, 2006

Aprendiendo del Ahora

Si durante el día estas alerta, si estas atento a todo el movimiento del pensar, a lo que dices, a tus gestos -cómo te sientas, cómo caminas, cómo hablas- si estas atento a tus respuestas, entonces todas las cosas ocultas salen a la luz con facilidad. En ese estado de atención lúcida y despierta, todo es puesto al descubierto.
Hoy es bien sabido que existen sustancias en el cuerpo, las hormonas y los neurotransmisores, que afectan fundamentalmente todo el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. Estas sustancias responden, de instante en instante, a lo que una persona conoce, a lo que piensa, y a lo que todo esto significa para ella. También se puede decir que las células cerebrales y su funcionamiento son de esta manera afectados por el conocimiento y el pensar, especialmente cuando estos dan origen a fuertes "sentimientos y pasiones.

"El Maestro real, que reclama nuestra atención y la consiguiente obediencia, es el Maestro en el Corazón, el alma, el Cristo interno. Este Maestro hace sentir Su presencia, primeramente por medio de la "voz tenue y queda" de la conciencia, impulsándonos a un vivir más elevado y menos egoísta, emitiendo una rápida advertencia cuando nos desviamos del estricto sendero de la rectitud. Luego es conocida como la Voz del Silencio, la palabra que llega, el "Verbo encarnado", nosotros mismos. Cada uno es un Verbo hecho carne. Después lo denominamos intuición despierta. Quien estudia meditación aprende a diferenciar con exactitud estos tres. Este requisito exige, por lo tanto, obediencia implícita, que el aspirante presta rápidamente a los impulsos superiores que puede registrar en todo momento y a cualquier precio. Cuando se presta obediencia a esto, desciende del alma un raudal de luz y conocimiento". (Alice Bailey: Del intelecto a la Intuición)

lunes, noviembre 06, 2006

Meditación y Atención

La meditación no es una fragmentación de la vida; no consiste en retirarse a un monasterio o encerrarse en una habitación sentándose quietamente por diez minutos o una hora en un intento de concentrarse para aprender a meditar, mientras que por el resto del tiempo uno continúa siendo un feísimo y desagradable ser humano. Para percibir la verdad, uno debe poseer una mente muy aguda, clara y precisa —no una mente astuta, torturada, sino una mente capaz de mirar sin distorsión alguna, una mente inocente y vulnerable.

Tampoco puede percibir la verdad una mente llena de conocimientos; sólo puede hacerlo una mente que posee completa capacidad de aprender. Y también es necesario que la mente y el cuerpo sean altamente sensibles —con un cuerpo torpe, pesado, cargado de vino y comida, no se puede tratar de meditar. Por lo tanto, la mente debe estar muy despierta, sensible e inteligente.
Cuando la conciencia se libera de su identificación con las formas físicas y mentales, se vuelve lo que podemos llamar conciencia pura o iluminada, o presencia. Esto ha ocurrido ya en algunos individuos y parece destinado a ocurrir pronto en una escala mucho mayor, aunque no hay garantía absoluta de que ocurrirá. La mayoría de los seres huimanos están todavía en las garras del modo egótico de conciencia: identificados con su mente y dominados por ella. Si no se liberan de su mente a tiempo, serán destruidos por ella. Experimentarán confusión, conflicto, violencia, enfermedad, desesperación y locura cada vez mayores. La mente egotista se ha vuelto como un barco que se hunde. Si usted no lo abandona se hundirá con él. La mente egotista colectiva es la entidad más peligrosamente demente y destructiva que jamás habitó este planeta. ¿Qué cree que pasará en este planeta si la conciencia humana no cambia? (Tolle Eckhar: El Poder del ahora)

jueves, octubre 26, 2006

Atención y liberación

llega un momento en nuestra vida que las respuestas de los demás no nos satisfacen y uno tiene que encontrar sus propias respuestas teniendo en cuenta que las herramientas que tenemos más a mano son el dolor, la duda y la inseguridad por un lado y la inteligencia, el amor y la voluntad por otro…

Hay dos niveles de sufrimiento: el sufrimiento que estamos creando ahora y el sufrimiento del pasado que vive todavía en nuestra mente y en nuestro cuerpo. Todo indica que el dolor es como es…que hay que trabajar con el y no contra el…que La atención Consciente Sostenida – Serena Expectación- corta el lazo entre el cuerpo del dolor y los procesos de pensamiento…para esto hay que enfocar la atención en el sentimiento que hay dentro de nosotros. Tenemos que reconocer que es el cuerpo del dolor….hay que aceptarlo tal cual y no dejar que el sentimiento se transforme en pensamiento…o sea…no juzgar…no analizar…no identificarse…permanecer presente…ser el observador y ver entonces lo que ocurre…

Se puede caminar por la Vida como quien lee un libro de cocina…es una práctica muy habitual leer libros o ir a conferencias y esperar que algo mágico ocurra…pero parece evidente que estamos obligados a practicar la senda de cocinar alimentos y alcanzar la paz de conocer el sabor de la comida. Si nos limitamos a leer las recetas sin ponerlas en práctica, sabremos sobre pepinos, cebollas y ajos, pero nunca conoceremos su sabor…Hace unos años el Maestro Kutumi dio una nota característica, es la de la serena expectación. La serena expectación indica voluntad de acción; es aquél amable y suave despertar a los valores espirituales más la silenciosa espera de los bienes inmortales. Cuando están muy atentos, están expectantes. Y si a la expectación de la atención, añaden la suavidad, la dulzura que impone a todos sus actos un Adepto de la Gran Fraternidad, tendrán a su alcance este tremendo poder, esta tremenda fe que mueve las montañas. Cuando uno consigue estar de manera atenta y consciente de forma "automatica" logra estar en Serena Expectación. (Vicente Beltran Anglada)